Desde el Antiguo Testamento, Yahweh se presentaba en Espíritu y llenaba con su gloria, el Tabernáculo de reunión y posteriormente, el lugar santísimo del templo. En el Nuevo Testamento, el Cristo glorificado, es la cabeza de la Iglesia (Col. 1:18). Él dijo, “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”. Cuando ya estaba para volver a la presencia del Padre, dijo a sus apóstoles:
Creedme
que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las
mismas obras… No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros… Y yo rogaré al Padre,
y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el
Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le
conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en
vosotros. Más el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará
en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os
he dicho. (Jn. 14: 11, 16, 18, 26).
Desde
este contexto, Jesús es el Dios Espíritu invisible manifestado en carne a los
hombres. Si él es la cabeza de la Iglesia, quien prometió no dejarnos
huérfanos, sino que volvería a nosotros. Entonces, cuando habla con Juan en
Apocalipsis, es el Espíritu Santo, el mismo Dios y Padre eterno (Apo. 1:8;
21:6; 22:13; Is. 48:12). Sobre este basamento, se añade que la Biblia
traducción Reina-Valera (1960), tiene más de 150 errores de traducción; entre
ellos, lo concerniente a esta temática de Apocalipsis capítulos 1 al 3.
Reina-Valera
traduce del griego: “Escribe al ángel de la iglesia que está en…”; lo cual es
un error de traducción. Si consideramos que, tanto en el hebreo como en el
griego, los artículos (el, ella, los, lo, al…) no existen, sino que van
inmersos en la palabra o expresión que se emplee para tal caso. Por lo que una
traducción correcta, de acuerdo a lo establecido en Strong, sería: “El Ángel
escribe a la iglesia que está en…”.
Si
se considera esta corrección, entonces el contexto general del Nuevo
Testamento, no tiene contradicción; pues entre otras promesas y bendiciones
expresa que:
-Los
que reciben a Jesucristo como su Señor y salvador, son estos hechos hijos de
Dios (Jn.1:12).
-Hemos
sido constituidos reyes y sacerdotes de Dios (Apo. 1:6; 5:10)
-Hemos
sido bendecidos con Cristo en los lugares celestiales (Ef. 1:3)
-Tenemos
poder y autoridad sobre toda cosa creada (Lc. 10:19)
-Juzgaremos
al mundo, incluso a los ángeles (1ª. Cor.6:3)…entre otros beneficios.
Cuando
un pastor de iglesia cree ser el ángel de la iglesia, por arrastrar un error de
traducción de su Biblia, automáticamente está renunciando a todo lo antes
citado. Si no cree, observe con detenimiento lo que dice el libro de Hebreos,
cap. 2:
¿Qué es el hombre, para que te acuerdes de
él, o el hijo del hombre, para que le visites? Le hiciste un poco
menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le
pusiste sobre las obras de tus manos; todo lo sujetaste bajo sus pies (vs.
6 al 8).
Desde esta perspectiva, el hombre luego de pecar en
el Edén, perdió toda la autoridad que Dios le había concedido. Por eso Dios en
Cristo, vino a humillarse y pagar con precio de sangre esta humillación, para
luego de vencer todas las cosas, volver consigo a darle la posición que el
hombre había perdido.
Por eso dice la escritura, le hiciste poco menor
que a los ángeles (refiriéndose a Jesús como al Hijo del Hombre). Le coronaste
de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos; todo
lo sujetaste bajo sus pies. Por esa razón, la Palabra dice, que a los que se
les dio autoridad para juzgar, se sientan en los tronos donde Jesucristo les ha
permitido estar.
También dice el libro de Hebreos, capítulo 1:
…hecho
tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.
Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, Yo te he engendrado hoy, y otra vez: ¿Yo seré a
él Padre, Y él me será a mí hijo? Y otra vez, cuando introduce al
Primogénito en el mundo, dice: Adórenle
todos los ángeles de Dios. Ciertamente de los ángeles dice: El que hace a sus ángeles espíritus, Y
a sus ministros llama de fuego. Más del Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo
(vs. 4 al 8).
Entiéndase entonces que, los hijos son superiores a
los ángeles. Cristo claramente sin egoísmo alguno dice: “Al
que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he
vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono” (Apo. 3:21). Es por
eso, que sus hijos son comparados como llamas de fuego (poder para juzgar).
En
consecuencia, si los pastores creen ser los ángeles de la iglesia, no solo
están renunciando a todos los privilegios que Cristo ganó para ellos; sino que
aceptan el pecado que el Espíritu dice allí en el contexto, que están
incurriendo los pastores en cada iglesia.
Este tema es controversial puesto que está muy generalizado en casi todas las iglesias evangélicas de hoy; sin embargo, quitarle el lugar al Ángel de la Iglesia, al Cristo Espíritu glorificado, al Ángel de Yahweh, es algo que puede considerarse blasfemia. ¿Te consideras el ángel de la Iglesia?...
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